VIRTUOSO DE LA RECEPTORÍA

Por Carlos Rosa Rosa

crosa@elnuevodia.com

Para un receptor, los siguientes números son más que adecuados para lograr una rápida promoción al equipo grande: .303 promedio de bateo, 52 carreras remolcadas, 29 dobles y un 44% en corredores fusilados en las bases en 102 partidos.

Fueron las estadísticas registradas por el joven catcher de los Criollos de Caguas en la pasada campaña a nivel Clase A con la organización de los Azulejos de Toronto.

A la hora de firmar profesionalmente, Jiménez admitió que existían interrogantes en cuanto a su capacidad de manejar el madero, pero, últimamente, las ha ido disipando. Ahora con los Criollos, por ejemplo, promedia .306 con ocho carreras impulsadas en 14 partidos, sin incluir el juego de anoche.

"Era una prueba si podía batear. La organización quería ver cómo iba a reaccionar y gracias a Dios me fue muy bien en la pasada campaña. Habían dudas en mi bateo, pero he estado bien", dijo Jiménez, de 21 años.

Jiménez arrancó frío con su ofensiva en las Menores, tras ser seleccionado por los Azulejos en la novena ronda en el sorteo de novatos del 2008. En su primera temporada como novato promedió .191 y en la segunda .263 en la Clase A (baja).

Pero en el 2010 vino un despertar ofensiva en la Clase A (baja y fuerte) al batear .299 con 55 remolcadas y 17 bases robadas. Y este año ascendió a promedio de .300, una cifra inusual para un receptor. Jiménez reconoce que si mantiene esta consistencia, su sueño de alcanzar las Mayores llegará en un futuro no muy lejano.

"He abierto par de ojos en la organización. Lo...

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