Visión de la República Dominicana

La República Dominicana es, en general, desconocida para nosotros. A pesar de la proximidad, del trato con sus nacionales que han venido a nuestra isla como exilados o como inmigrantes, a pesar de nuestro turismo frecuente a sus playas, poco sabemos de su desarrollo económico y social y, sobre todo, de su historia.

Esta fue turbulenta en el siglo XIX, con dos luchas por su independencia: primero contra Haití, luego contra España, a la que lo que los dominicanos se habían unido para protegerse del dominio haitiano. En los últimos años del siglo la larga dictadura de Ulises Heureaux (Lilís) ocasionó grandes disturbios.

Alcántara Almánzar, escritor, sociólogo y profesor, nos ofrece un cuadro general de su país en este ensayo. No es una historia propiamente dicha, ni un tratado analítico sobre la cultura dominicana, sino una síntesis útil de su complejo proceso nacional durante el siglo XX. Así lo resume: “…una sociedad que ha padecido en carne propia la irreductible anarquía del caciquismo local (1900-1910)…., los díscolos caudillismos de los tiempos de ‘Concho Primo’ (1911-1916), una ocupación militar norteamericana de ocho años (1916-1924), una larga y cruenta dictadura (1930-1961) que transformó por completo [al] …país y degradó la conciencia nacional a niveles impensables mediante prácticas ideológicas execrables, un fugaz experimento democrático (1963), un golpe de estado (1963), una insurrección armada seguida de una segunda ocupación militar norteamericana (1965), para concluir con una sucesión de administraciones que oscilaron entre la dictadura constitucional (1966-1978) y la democracia nominal (1978-2000)…”.

Algunos datos sorprenden, entre ellos el que la población dominicana a principios del XX fuera de solo 638,000 habitantes (hoy tiene casi 11 millones). Otros afligen: el terrible genocidio de haitianos ordenado por Trujillo en 1937 dejó un saldo de muertes que oscila entre las 12,000 y las 25,000 vidas. Hay semejanzas con nosotros en clima y cultivos; también en cuanto que ambos países hemos sido objeto de las “atenciones” de Estados Unidos, que tuvo una injerencia prolongada en los asuntos internos del vecino país.

El autor privilegia los aspectos político y cultural. Señala que han predominado dos tendencias en política: la inestabilidad y el caudillismo. Explica que la historia y la consciencia dominicanas del pasado siglo convergen en un punto: la larga dictadura del General Trujillo (1930 a 1961) que fue no solo represiva...

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