Viven angustiados por los temblores

GUÁNICA.- "No estoy tranquilo. Sinceramente estoy mal". Con tan solo esas seis palabras, don Félix "Felo" Irizarry manifestó la angustia de los residentes de Guánica por la racha de cientos de temblores que continúan al sur de la costa del municipio desde la semana pasada.Tratando de contener el llanto, Irizarry mostraba los pedazos de cemento que se han desprendido de varias de las paredes de su casa en el barrio Montalva de Guánica.Algunos cayeron de día y otros mientras dormía, relató al tiempo que señaló las grietas que han afectado las losetas y columnas de su residencia."Yo nunca había experimentado esto en mi vida. Estos temblores... Cada vez que sucede uno, vengo corriendo para acá a ver qué está pasando", expresó Irizarry, quien vive con su esposa y dos hijos."No estoy tranquilo... Mi doctor está de vacaciones porque soy recién operado de cáncer, pero voy a tener que buscar por lo menos unos antibióticos porque mis nervios no están bien"."Sinceramente, si le digo que estoy bien, le estoy mintiendo. No estoy tranquilo", agregó. Mi doña no está tranquila. No sé qué vaya a pasar. Por ahora, dejárselo a papa Dios, es lo único que puedo hacer".Igual que la casa de Irizarry hay muchas otras residencias que han sufrido daños desde el evento de 5.1 grados del pasado 28 de diciembre, seguido por cientos de movimientos telúricos.Además, al igual que Irizarry, los guaniqueños no pueden dormir en paz desde hace días."(Los temblores han sido) fuertes... con eso se quiere desarmar toda la casa", manifestó José Rosado Cruz, vecino de la barriada Esperanza de Guánica."Bastante que han surgido en estos días y uno pendiente a lo que digan para movernos a un sitio seguro, a un lugar alto... mientras más alto mejor, porque estamos en llano, cerquita de la playa", expresó en referencia al temor a que se produjera un tsunami."Uno sentía uno que otro (temblor), pero así no. Todos son corridos. Se mete por debajo que quiere tumbar la casa", añadió Rosado Cruz.Por su parte, Luz de León, residente del sector Luna en Guánica, se aferra a su fe religiosa para sobrellevar la preocupación que le han causado los sismos."¿Que si se sintió? ¡Muchacho! Pasó uno anoche... (se sintió) terriblemente mucho, bien horrible. Pero, por la gracia del Señor estamos bien. Fue fuertísimo", dijo De León, quien aseguró que "nunca jamás" había vivido algo igual. "Pero pienso que Dios está en control de todas las cosas".De León hablaba a solo pasos de la Casa Alcaldía de Guánica...

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