Viven un infierno en Villa Paraíso

Por Gloria Ruiz Kuilan

gruiz@elnuevodia.com

En ese entonces se le ofreció a la comunidad ceder sus humildes viviendas por otras que estarían en mejor estado y con una localización cercana a su antiguo hogar, pero alejada de las inundaciones, el hacinamiento y todo lo que implicaba la marginación. Se acordó con los residentes que los impedidos, envejecientes e incapacitados no pagarían por concepto de hipoteca. El resto debería pagar poco más de $ 100 mensuales durante 30 años.

Las casas se completaron a finales del 2008 y súbitamente los llamaron para firmar escrituras. En el 2010, María Luisa se mudó a lo que ahora llaman Villa Paraíso, donde hay 43 casas. Pero de celestial las casas solo tienen el nombre porque allí abundan los vicios de construcción: cuando llueve el agua se filtra por el techo, algunas de las losas del piso están levantadas, hay grietas en las paredes, ventanas sin operadores, los baños no tienen ventilación por lo que entrar implica estar en un sauna, y en algunas han cedido los fregaderos o no se creó el desagüe para las lavadoras, según constató este rotativo en poco más de una decena de las casas.

Durante el recorrido de El Nuevo Día por la comunidad, a solo uno o dos kilómetros de la barriada Corea, los residentes coincidieron en que bajo la administración de la exgobernadora Calderón se les dio atención y se les trató con sensibilidad. "La única que trabajó regular fue Sila. Los demás (gobernadores) brillan por su ausencia", dijo Iris Ayala, secundada por sus vecinas Margarita Santiago y Márquez Pizarro.

Cada vecino entrevistado identificó a Joseph Ríos, director regional de San Juan del Departamento de la Vivienda (DV), como la persona contacto en esa agencia que "nunca" ha atendido sus reclamos. Entre esos reclamos figura también la preocupación de la mayoría de los vecinos de la comunidad: van a pagar la hipoteca al DV y les dicen que esperen la carta en la que les avisaran para darles una libreta de pagos.

"De las 26 familias que vivimos aquí, las únicas que...

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