Viven su película de horror los dueños de salas de cine

Desde que se decretó el toque de queda, muchas salas de cine han estado en total oscuridad, y sus dueños se sienten como protagonistas de una película de horror, desconociendo si pronto habrá para ellos un final feliz."Para nosotros esto ha sido bien difícil. Llevamos ya casi seis meses cerrados. Pensábamos que se iba a poder reabrir en agosto, pero no se ha podido", expresó preocupada Cecile Solá, dueña del legendario Cine Roosevelt, fundado en 1947."Muchas personas me preguntan que cuándo vamos a abrir. Estamos listos. Hemos preparado el cine de manera tal para que provea entretenimiento en un ambiente seguro dentro de las circunstancias", comentó Solá, quien señaló que han invertido $10,000 en implantar las medidas de higiene y seguridad. Entre ellas mencionó la desinfección de las dos salas, la instalación de acrílicos en la taquilla y la dulcería, la compra de termómetros, desinfectantes y equipo de seguridad para los empleados, y hasta pinturas especiales para darle un aire de frescura a la propiedad.De hecho, por estar adaptando la propiedad a las nuevas normas no pudieron reanudar operaciones cuando el gobierno permitió su reapertura por un periodo de cuatro semanas."Este es el segundo embate. Después del huracán María estuvimos tres meses cerrados porque Roosevelt completo estuvo sin luz, era uno de los bolsillos sin energía eléctrica", comentó Solá. Agregó que la reapertura del Cine Roosevelt sería un alivio al estrés emocional que viven muchas familias.Al preguntarle cuánto dinero han dejado de devengar en los cinco meses y medio de cierre, Milton Garland, a cargo de las Operaciones del Cine Roosevelt y esposo de Solá, comentó "no lo he calculado para mantener mi salud mental".Garland indicó que como pequeño negocio es difícil mantenerse a flote en esta época, pues no hay ingresos, pero las facturas siguen llegando. "Todos los meses llega la factura de luz de $1,300 y la de agua de $300 y pico. Es bien cuesta arriba".La empresa familiar genera siete empleos directos, y por ocho semanas les pagó el sueldo, gracias a que obtuvo el préstamo para la nómina de la Administración de Pequeños Negocios, conocido como el PPP por sus siglas en inglés.Algunos empleados han recibido el dinero de desempleo, pero hay otros que no han visto ni un centavo, sin que hasta ahora el Departamento del Trabajo les haya dado una explicación del por qué a unos sí y a otros no. "Es una calamidad, vergonzoso", dijo Garland sobre el desempeño de la...

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