Vivo tras seis días en cautiverio

Por Javier Colón Dávila

jcolon@elnuevodia.com

La historia, sin embargo, no tuvo un final del todo feliz. Uno de los secuestadores fue abatido por agentes del FBI cuando presuntamente apuntó su arma contra los efectivos, quienes le respondieron con fuego.

El occiso fue identificado preliminarmente como José Ortiz, pero había dudas en torno a si ésta era su verdadera identidad. Otro presunto secuestrador, Eduardo Herrero Serrano, de 37 años, fue detenido poco después en Guaynabo y anoche durmió en la cárcel federal, de donde podría no volver a salir jamás si es hallado culpable de secuestro con la intención de pedir dinero a cambio, una ofensa federal que tiene como pena la posibilidad de cadena perpetua.

Éste fue el desenlace de los eventos que comenzaron a desarrollarse el viernes en la noche cuando Labrada, de 53 años, vivió en carne propia la pesadilla que se vive a menudo en países como México, Colombia y Brasil, pero que en Puerto Rico hasta ahora ha sido bastante raro: fue capturado por personas que pidieron a su familia $ 1 millón a cambio de devolverlo con vida.

El jefe del FBI en Puerto Rico, Luis Fraticelli, quien nunca habló de la identidad del secuestrado, indicó que el hombre fue capturado el viernes. Fuentes de este diario dijeron que el rapto ocurrió cerca de la residencia de la víctima en Carolina.

La familia se comunicó con el FBI y comenzó la pesquisa que culminó con el asalto ayer a la residencia donde lo tenían secuestrado, en la calle Perla de la urbanización Dorado del Mar en Dorado. El asalto estuvo a cargo de un equipo especializado traído por el FBI desde Quantico, Virginia, que fue apoyado por efectivos de la División de Robos a Bancos de la Policía.

El operativo tuvo su punto culminante a las 4:00 a.m. cuando los agentes lanzaron lo que se conoce con un "flash Bang", un dispositivo que opera como una bomba y que fue utilizada para derribar un portón en la parte del frente de la residencia. El estruendo despertó a varios vecinos del área.

Simultáneamente, otros agentes entraron a la residencia a través del patio, que colinda con otra casa. Se presume que fue ahí que al menos un agente abrió fuego contra Ortiz. En el proceso murió un perro pitbull. Otro perro, descrito por testigos como un boxer, fue retirado del lugar.

Herrero, quien tiene un amplio récord criminal por fraude bancario y en alguna ocasión ha estado preso, se percató de la presencia policiaca frente a la residencia y huyó en un Mercedes Benz que está...

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