Voluntaria incansable

Por Mildred Rivera Marrero

mrivera1@elnuevodia.com

No recibe un pago por los trabajos que hace fuera de su casa, pero trabaja más que si le pagaran.

"Tú puedes hacer tantas y tantas cosas que el día no te da para tantas cosas que hay que hacer", afirma María Ester luego de haber recibido el premio Andrus que otorga anualmente la organización AARP para reconocer el trabajo que hacen personas que trabajan voluntariamente en las comunidades. Las personas son nominadas por otros voluntarios y socios de la organización.

A usar sus talentos para ayudar a otros sin esperar nada a cambio lo aprendió de sus abuelos que "siempre estuvieron envueltos en la comunidad". Ese aprendizaje se lo llevó del barrio Quebrada Grande de Las Piedras, donde se crió, al barrio Pueblito del Río, a donde fue a vivir al casarse. Con estudios hasta cuarto año, se dedicó a criar a sus hijos y a trabajar en la comunidad.

Cuenta María Esther que era una de esas madres que se pasaban en la escuela donde estaban sus hijos organizando actividades y ayudando a los maestros. Pero, además, colaboraba en la Parroquia San Juan Bautista, en organizaciones comunitarias y hasta en el Consejo de Seguridad. María Esther agradece al respaldo que siempre le han dado sus hijos para que haga ese voluntariado porque "eso me ha servido como escalón para seguir hacia adelante. Cuando veo algo donde me puedo envolver, me involucro. Me gusta darle a los demás cuando necesitan".

Explica que "me he dedicado a las comunidades. Llevo 23 años en el Consejo Comunitario de Seguridad y 18 años en la iglesia, coordinando escolta y seguridad, en el ornato y en las visitas a los enfermos".

Sobre el Consejo Comunitario de Seguridad, del cual es fundadora y ahora presidenta, indica que "el de nosotros fue el primero de la región de Humacao. Sale a raíz de un asesinato que ocurre y la comunidad se estremece. Se le escribió a la Policía. Era para buscar una forma de buscar nuestras propias soluciones. Queríamos ser parte de eso. Resolvemos cosas como focos rotos, un tubo botando agua, un roto en la calle, cosas sencillas y lo de la parte policiaca se lo dejamos a la Policía. Nos reunimos los segundos martes de cada mes con un enlace con la comunidad y el Comandante de Distrito".

La mujer de 57 años también...

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