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Voluntariado con voz boricua

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Vincent

ORLANDO, Florida.- En el esfuerzo que permitió ayudar a 15,960 personas en Florida en los pasados años ha estado presente la figura de una puertorriqueña de San Juan, quien es la primera hispana en presidir una sucursal de la entidad Volunteers of America.Janet Pérez-Stringfellow es presidenta de Volunteer of America de Florida, una organización de base cristiana que existe hace 123 años y se dedica a atender a los más vulnerables, particularmente a veteranos y adultos mayores que, habiendo llegado a su edad de retiro, carecen de los recursos económicos para vivir una vida de calidad.La organización ha rendido 18,000 horas al año de servicios de salud mental a personas sin hogar, talleres laborales y millones de dólares en donaciones a los más necesitados.Bajo su mandato hay 26 oficinas en todo el estado, 250 líderes, un presupuesto de $30 millones y maneja más de $40 millones en propiedades en Florida."¡Imagínate a esta jibarita manejando esos millones!", dijo Pérez-Stringfellow con un contagioso humor que desarrolló en el camino, pues lo que es hoy día como mujer y profesional se parece poco a la joven tímida y comelibros, como ella misma se define, que crecía en Río Piedras.Estudió en escuelas públicas, tenía todas A y al llegar a la Universidad de Puerto Rico (UPR), trabajó para mantener ese excelente promedio que permite estudiar sin pagar los costos educativos, pues su familia era de recursos limitados."Si de algo me arrepiento es de haber sido una nerda. En la UPR sólo estudiaba y estudiaba. Nunca fui a una fiesta ni a las justas pues en mí y en mis hermanas caló hondo el mensaje de mis padres de que teníamos que esforzarnos y estudiar", sostuvo.Entró a la Escuela de Comunicación Pública pensando que su futuro profesional estaría quizás, vinculado al periodismo, la publicidad y las relaciones públicas. Pero, al culminar su bachillerato, su corazón le alertó que había algo más por hacer."Me faltaba algo y era el tema de la fe. Estuve días buscando ofrecimientos en las facultades y le pedí a Dios que me guiara. Creo que sentí la iluminación divina para estudiar y convertirme en consejera en rehabilitación", contó Janet, cuyo apellido "Stringfellow" lo adquiere de su esposo, quien es norteamericano de ascendencia inglesa.Había terminado su maestría cuando, un día, fue víctima de carjacking y el trauma le provocó deseos de irse de Puerto Rico, aun cuando fue de las notas más altas en su reválida y le rogaron que no dejara la patria."Fue...

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