Voluntarios dejan su huella

La celebración de la culminación de verano cobra un significado especial para 18 jóvenes universitarios y profesionales que, cuando decidieron que en sus vacaciones veraniegas harían trabajo voluntario, no tenían idea de que entre todos sobrepasarían las 5,000 horas de labor en proyectos con resultados concretos en comunidades con necesidades especiales.Los voluntarios de En Acción 2018 dejaron su huella en cuatro comunidades donde fungieron como facilitadores en proyectos de desarrollo sostenible, como el establecimiento de oasis de energía para cargar celulares en lugares donde no se había restablecido el servicio de energía eléctrica, la creación de huertos hidropónicos y en el inicio de la restauración de casas destruidas por el huracán María.En Acción 2018 es un programa piloto de la organización Mentes Puertorriqueñas en Acción, cuya su misión es desarrollar agentes de cambio conscientes, sensibles y efectivos.Al abrir la convocatoria, la organización recibió más de 60 solicitudes de personas que querían aportar con su esfuerzo al bienestar de esta isla y su desarrollo, lo que para la directora asociada de Mentes Puertorriqueñas en Acción, Carolina Mejías Rivera, resulta en otro gran logro que destacar."En Acción 2018 es el primer programa de internado comunitario que se da después del huracán. Después de la tormenta, fuimos a la calle y vimos que lo que teníamos era capital humano. Fuimos a las comunidades y nos dimos cuenta de que había proyectos a los que se les tenía que dar cariñito más allá de dos días. Vimos que había muchos proyectos de desarrollo sostenible e identificamos que ellos no tenían facilitadores que les ayudaran a desarrollar esos proyectos o trabajar ese seguimiento y dijimos que tenemos una red de contacto", relató Mejías Rivera durante la actividad de clausura celebrada en la Fundación del Banco Popular.Tanta fue la integración de los jóvenes en las comunidades que hasta en domingo iban a trabajar de forma gratuita con los proyectos, resaltó Mejías Rivera.El programa formó grupos que, a través de organizaciones sin fines de lucro receptoras, se insertaron en una comunidad para trabajar con un proyecto de desarrollo sostenible, de nueva creación o que requiriera continuidad."Los protagonistas son las comunidades, porque nuestros chicos se van en dos meses y no queremos que se caiga el proyecto, queremos que la misma organización y la comunidad sigan", afirmó Mejías Rivera.Christian Andino Borrero, de 18 años...

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