Voz Entre los grandes

Especial El Nuevo Día

La vida le cambió las fichas del juego a Judith Felicié, quien fantaseó mil veces y la guió hacia otro rumbo que le ha permitido usar su voz para informar, entretener y concienciar desde el íntimo, pero de gran alcance, espacio de una cabina radial.

"Entré a la universidad para estudiar literatura y teatro. Me iba a dedicar al teatro, pero tenía mucha sensibilidad bayamonesa para ese ambiente. Había que tener el cuero duro. No tenía el apoyo de alguien, aunque sí tenía el apellido bonito. Pero soy teatrera; artista de corazón. ¡Ves que soy bien dramática!", cuenta Felicié.

Junto al grupo Teatro del 60, actuó con Idalia Pérez Garay José Félix Gómez en la pieza El gran pinche. Mientras le daba clases en la Universidad de Puerto Rico (UPR), el escritor Luis Rafael Sánchez le permitió grabar su libro La guaracha del Macho Camacho para el beneficio de estudiantes ciegos a finales de los años 70.

"Me pidió que grabara su novela cuando estaba en pleno apogeo. Mi vida se definió profesionalmente en la universidad", dice.

En ese tiempo saltó a la radioemisora de la UPR con el programa Guateque. "Mi primer programa fue con Juan Antonio Corretjer (poeta, activista y periodista). (Era) un caballero de ojos azules que te enamoran", menciona.

Hoy, a los 57 años, Felicié carga las enseñanzas que ha aprendido a lo largo de su carrera como locutora radial luego de laborar con y para algunas de las figuras radiales de mayor envergadura en Puerto Rico.

Mariano Artau fue el primero con el que trabajó cuando formó parte del programa Hoy en Radio Luz, estación de Tommy Muñiz. "Leía las noticias cuando Cyd Marie Fleming no estaba. Mariano me enseñó la autodisciplina de educarte y leer mucho porque él no había ido a la universidad, pero era muy conocedor. Aprendí la seriedad ante el micrófono, a no decir disparates, ni hablar de lo que no sabes", sostiene.

Tiempo después, el comediante José Miguel Agrelot le enseñó a "siempre trabajar por un sueldo". Pero eso no fue todo, asegura. "Agrelot era y es humanidad, alegría, compasión. Recuerdo que me ponía a hacer noticias. Se quedaba afuera escuchándome. Cuando lo hacía fatal, no me decía nada, pero me lo comentaba cuando lo hacía bien. Luego me di cuenta de que eran lecciones", destaca sobre su experiencia en el show Su alegre despertar.

De Fidel Cabrera, a quien...

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