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La voz que incendia a multitudes

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Vincent

NILKA ESTRADA RESTO

Especial para El Nuevo Día

De gira por Washington D.C., en un 4 de julio a principios de los 60, se dirigía Jorge Raschke en su adolescencia, junto a su madre, al culto de un pastor negro vinculado a la efervescente lucha por los derechos civiles.

Habían ocurrido atentados contra los Freedom Ryders, grupo de blancos y negros que retaba la segregación racial en viajes en guagua. En la iglesia, mientras el coro cantaba el "¡Gloria, gloria, aleluya!" del "Battle himn of the Republic", algo en sus adentros le decía a Raschke: "Tú puedes hacer más predicando el evangelio que llevando a cabo actos de violencia".

"Yo era un rebelde. No quería saber de religión", recuerda de sus años en el Lower Manhattan, donde jangueaba con pandillas de puertorriqueños como los Sportsman, los Forth Side Street y en especial los Dragons. "Estaba envuelto en movimientos revolucionarios. Creía que el mundo había que cambiarlo radicalmente", explica. Pero salió a flote. "Le doy gracias a Dios por las oraciones de mi madre. Me salvaron de que yo matara a alguien o que me mataran a mí". Aquel servicio originó la transformación de Raschke en un importante líder pentecostal, misionero, evangelista de verbo osado y provocador, fundador del Ministerio de Clamor a Dios, realizador de programas en Radio Clamor, predicador de masas en Puerto Rico, Estados Unidos y América Latina, tele-evangelista, activista conservador contra el aborto, la pornografía y los matrimonios gay y, a veces, el centro de polémicas con figuras políticas, religiosas e incluso familiares.

El apellido Raschke es de ascendencia alemana, por Hugo Frederick Raschke, quien durante la II Guerra Mundial se casó con la boricua Mercedes I. García. Ella tenía 13 años y a los 14 dio a luz. A los 3 años murió el padre. La abuela materna, Juana Mercado, envió a su hija a estudiar a Nueva York y crió al niño entre la calle Palma en Bayamón y la barriada Juana Matos en Cataño, hasta que su madre lo reclamó. Raschke regresó a la Isla en 1962. Estudió en el Seminario de las Asambleas de Dios y se desempeñó como pastor en Aguadilla, Juncos y San Juan.

El Ministerio Clamor a Dios nació hace 37 años "de una visión en la plaza de Aguas Buenas, en una noche llena de niebla" para evangelizar. "Y para enseñar al pueblo evangélico, dentro del sistema democrático, a exigir sus derechos de igualdad", dice Raschke. Desde un principio se invitó a políticos a la concentración frente al Capitolio llamada Día de...

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