El Woodstock BORICUA

Por Jorge L. Pérez

jperez@elnuevodia.com

Mucho sol: los "hippies" o post-hippies norteamericanos que vinieron para disfrutar de un jugoso manjar de música rock y de las bendiciones del cálido clima caribeño, al parecer se pusieron a comulgar tanto con la naturaleza que muchos sufrieron insolación.

Era un sol que no bajaba la guardia: Gonchi Sifre, el baterista boricua de la banda puertorriqueña que abrió el festival -Rubber Band- recordó que los rayos golpeaban tan fuerte que casi se quemó los dedos cuando tocó uno de los platillos de su instrumento.

En fin, el evento al aire libre, conocido como The First International Puerto Rico Pop Festival, siguió el mismo formato de Woodstock y, gracias a la reputación del promotor Alex Cooley, quien ya había presentado festivales parecidos en Texas y Atlanta, atrajo a artistas de renombre.

Pero los problemas y el caos también acudieron a la cita.

El grupo que iba a cerrar el festival era Black Sabbath, pero también tocaron aquí otras superestrellas de la época, como Rod Steward y Faces (con el guitarrista Ronnie Wood), Emerson, Lake and Palmer, The Allman Brothers Band, J. Geils Band, Alice Cooper, Osibisa, Billy Joel, B.B. King, Mahavishnu Orchestra (con el afamado guitarrista John McLaughlin) y la leyenda del jazz, Dave Brubeck, entre otros, incluyendo cinco bandas del patio. Cooley tenía la intención de obtener los mismos jugosos resultados económicos que Woodstock, contando no tan solo con los ingresos de la taquilla, sino la filmación de un documental y la edición de un disco en vivo. Sin embargo, el festival fue un fracaso económico.

Para empezar, aunque Ozzy Osbourne y compañía llegaron a la Isla, Black Sabbath se quedó sin tocar: se ha rumorado que fue debido a una disputa contractual, aunque lo más probable es que se haya debido a la imposibilidad de transportarse hasta el festival por encontrarse bloqueadas las carreteras.

Además, hasta el último momento, un interdicto del gobierno -que temía el uso masivo de drogas- amenazó con paralizar la celebración del evento y, al igual que pasó en Woodstock, aunque en teoría había que pagar por la entrada -$ 15 por los tres días- lo cierto es que casi todo el mundo entró como Pedro por su casa. A pesar de que el festival se promocionó en la llamada prensa "underground" de Estados Unidos, fueron pocos los rockeros o hippies norteamericanos que pudieron sufragarse un pasaje aéreo, por lo que se cree que, si acaso, la asistencia fue de unas 50,000...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR