¿Emergencia energética o política?

SILVERIO PÉREZ

HUMORISTA

En ese momento le eché una ojeada a una página del periódico donde aparecía el gobernador, en medio de su discurso de presupuesto ante la Legislatura, firmando una extensión de lo que su Gobierno y su partido llaman una "emergencia energética".

Lo que se veía allá abajo, lejos de parecer una emergencia energética, era una hemorragia de voltios que desmentía al gobernador. Si hubiese existido una real emergencia energética hace tiempo que ese derroche de vatios tenía que haber sido controlado.

Por muchos años Puerto Rico ha incurrido en contaminación lumínica; esto es, en la emisión de flujo luminoso de fuentes artificiales nocturnas que aumenta dramáticamente el brillo del cielo en las noches, lo cual hace disminuir la visibilidad de las estrellas y demás objetos celestes.

Esto denota un gasto energético innecesario, dificulta el tráfico aéreo y daña ecosistemas nocturnos. El 99% de los habitantes de Europa y Estados Unidos nunca han visto un verdadero cielo oscuro y mucho menos la Vía Láctea, el vecindario al que pertenecemos en el Universo, debido a la contaminación lumínica.

La factura de esa luz derrochada por iluminar inútilmente los cielos es pagada por los contribuyentes. En el mapamundi de la contaminación lumínica Puerto Rico ocupa uno de los primeros lugares, y este Gobierno quiere hacernos creer que hay una emergencia energética.

Puerto Rico tiene capacidad instalada para generar electricidad muy por encima de lo que se consume en las horas pico. Nuestro país sí ha estado en situaciones de emergencia energética como ocurrió tras el paso de los huracanes Hugo y Georges cuando los sistemas de distribución colapsaron por los fuertes vientos. Todos recordarán que el país estuvo a oscuras por periodos prolongados de tiempo. En aquel momento no fueron...

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