Yvonne Benítez, hermana-madre sin igual

Lo más seguro es que no le plazca mucho que yo escriba sobre ella, ya que considera que lo que hace con su hermano, Wilfred Benítez, 24-7, es una obligación moral que no debería recibir elogios.

Pero en este año que está a punto de reventar de tristeza en Puerto Rico, por males harto sabidos, debo hacerlo a modo de homenaje a todas las mujeres que cuidan a sus familiares enfermos con tanto esmero que prácticamente no se ocupan de sus propias vidas.

Desde que la mamá Clara Rosa falleció en 2008, que procreó siete hijos con Gregory Benítez, cuatro varones y tres hembras, Ivonne, jubilada del Recinto de Ciencias Médicas, no ha escatimado esfuerzo con tal de mantener a Wilfred bien alimentado, aseado y combativo dentro de su demencia para no cerrar sus ojos eternamente, habiendo superado en 2017 varias infecciones pulmonares y de microbios que requirieron hospitalización durante varias semanas.

Ella, auxiliada por su esposo, Efraín Crespo y uno de sus nietos, cuida y mima a Wilfred como si fuera su hijo, de ahí que se haya convertido en hermana-madre, dando ejemplo de que la sangre familiar es el mejor alimento del...

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