Zapata en la educación y reclutamiento

Por José A. Delgado

jdelgado@elnuevodia.com

"Ese ha sido un mensaje claro, a través de todo el departamento", dijo Luann Pannell, doctora en sicología y coordinadora educativa de la Academia, en referencia a las directrices del actual jefe policial, Charlie Beck.

Durante la última década, tras la intervención del Departamento de Justicia federal, los casos de brutalidad policial no han sido eliminados, pero la percepción general es que han disminuido.

"La satisfacción pública con LAPD ha aumentado, con un 83% de las personas que indica que realiza un trabajo excelente o bueno; la frecuencia del uso de fuerza importante ha bajado (en 15%) desde 2004", indicó un informe de 2009 de la Escuela de Administración Pública John F. Kennedy de la Universidad de Harvard.

El estudio reconoció, no obstante, que la insatisfacción mayor estaba en los grupos minoritarios que siempre se habían sentido menos protegidos y más reprimidos. No obstante, el análisis de Harvard determinó que de 2004 a 2008 se redujeron los casos de "uso categórico de fuerza" en contra de afroamericanos e hispanos.

Con sus propios datos, la Policía no había hecho un cálculo estadístico sobre si una mayor transparencia y énfasis en la tolerancia ha significado una reducción en las demandas por violación de derechos civiles.

"Ese análisis no lo tenemos", reconoció la jefa policial adjunta Sandy Jo MacArthur, durante una entrevista con El Nuevo Día.

MacArthur calcula que una de cada 15 personas que solicitan aprueban el examen escrito inicial de ingreso que exige LAPD. Esa misma proporción, uno de 15, logra superar luego la investigación sobre su trasfondo personal que se le hace al candidato.

En la Academia -todos tienen que ir a tres recintos distintos- se les proveen cursos sobre relaciones humanas y asuntos legales, que incluyen derechos civiles, crímenes de odio, hostigamiento sexual y cursos dirigidos a entender la diversidad cultural de Los Ángeles.

Los primeros seis meses el recluta los pasa entre las tres academias, comenzando por el histórico recinto de la zona de Rampart, el cual visitó El Nuevo Día.

Cuando sale de la academia, el recluta pasa en la calle los próximos 12 meses, todavía en probatoria. "Si queremos educar a un policía sobre asuntos éticos y constitucionales, no hay mejor momento que ese", dijo Pannell.

Los detalles sobre cómo entrenar mejor a los agentes no formaron parte del "decreto de consentimiento", pero LAPD reconoció que las mejores prácticas...

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