Ley Núm. 342 de 02. Septiembre de 2000 de Enmienda Ley Orgánica ARPE
Evento | Ley |
Fecha | 2 de Septiembre de 2000 |
Para enmendar el art. 5 de la Ley Orgánica de ARPE
DEL 2 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Para enmendar el inciso (z) del Artículo 5 de la Ley Núm. 76 de 24 de junio de 1975, según enmendada, conocida como "Ley Orgánica de la Administración de Reglamentos y Permisos", a los fines de ampliar los poderes concedidos a la Administración de Reglamentos y Permisos, incluir como causal para el cierre inmediato, la comisión, por parte del dueño, administrador o encargado del establecimiento, de delito ya sea grave o menos grave que implique depravación moral, ampliar su alcance a mayor número de usos comerciales y proveer para el arresto de los violadores a las ordenes de cierre
que emita la Administración de Reglamentos y Permisos (A.R.P.E.).
La amenaza de incidencia criminal en las comunidades exige una respuesta
eficaz de parte de todos los componentes de nuestro Gobierno.
Ante el peligro de perder nuestras calles, plazas y sectores enteros al dominio de actividades criminales, debemos responder con medidas que permitan el recobro de la paz, tranquilidad y seguridad que reclaman nuestros ciudadanos.
Como parte del esfuerzo de devolver los sectores a la comunidad de residentes, aprobamos la Ley Núm. 99 de 25 de marzo de 1999, concediéndole la facultad de ordenar el cierre inmediato de negocios que operan en violación a las leyes y reglamentos que ésta administra.
Junto a esta facultad concedimos la de confiscar bienes muebles.
Una vez aprobada esta Ley de inmediato se comenzó un esfuerzo en el precinto policial de Santurce.
Este precinto, figuraba como número dos (2) dentro de los de mayor incidencia delictiva y los entes criminales se habían apoderado de calles, avenidas, parques recreativos y otros espacios, privando a la ciudadanía de su derecho de hacer uso de los mismos.
Los ciudadanos responsables, cumplidores de la ley y amantes del orden, que pagan toda suerte de contribuciones y arbitrios, se vieron obligados a refugiarse en sus hogares, viviendo con el temor de ser víctimas de la actividad criminal.
El derecho fundamental
de nuestros ciudadanos de usar y disfrutar las facilidades comunes tiene que ser protegido y este esfuerzo va dirigido a ese fin.
La experiencia vivida mediante el esfuerzo de la Policía, A.R.P.E. y otras agencias nos muestra con seguridad...
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