Activo industrial en el abandono
Por Marie Custodio Collazo
mcustodio@elnuevodia.com
Según datos de la Asociación de Industriales de Puerto Rico (AIPR), Pridco es el arrendador más grande del país, con 1,598 propiedades industriales, que suman 24.3 millones de pies cuadrados. De estas, el 72% (1,146) están ocupadas, y las restantes 452, que representan siete millones de pies cuadrados, están vacantes.
El plan presentado por los industriales para reactivar la economía, detalla que hay 265 propiedades, con unos cuatro millones de pies cuadrados, están disponibles para arrendamiento; otras 167 (2.6 millones de pies cuadrados) se encuentran en procesos de litigio; y 20 unidades no cuentan con las condiciones para albergar operaciones de manufactura. Adicional, Fomento posee lotes de terreno sin desarrollar, que tienen clasificación industrial.
Cuestionado por El Nuevo Día, el secretario del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio, también director de Pridco, José R. Pérez-Riera, reconoció que la tasa de ocupación de las propiedades industriales está en uno de los niveles más bajos de su historia, y señaló que los números comenzaron a caer en el 2001, cuando solo había 2.5 millones de pies cuadrados desocupados, y tocó fondo en el 2005, al alcanzar los 7.7 millones. Desde entonces, indicó, se ha mantenido estable.
Mencionó que algunos de los edificios no cumplen con las necesidades de la manufactura moderna, porque tienen techos muy bajos, mientras que otros están enclavados en lugares que ahora están muy poblados y no es deseable tener actividades industriales allí. De hecho, indicó que el 15% del inventario de edificios de Pridco ya ha sido reclasificado para uso comercial.
Por su parte, economista Joaquín Villamil puntualizó que muchas de las propiedades se construyeron en la década del 50, y que sirvieron de incentivo para la industria de la aguja. Pero que la política pública, en ese momento, de distribuirlos por todos los municipios de la Isla, hace que haya algunas en lugares recónditos, difíciles de arrendar.
Y venderlas podría no ser una opción viable, ya que muchas de estas propiedades han sido puestas como colateral para emisiones de bono.
Una de las tácticas propuestas por la AIPR contempla que se ofrezcan incentivos, como tiempo aplazado para comenzar a pagar y renta subsidiada. También vislumbra que se consideren otros usos para los edificios y lotes, dando prioridad a empresas manufactureras, luego a actividades relacionadas, centros de distribución y...
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