Confiada en que el Senado la confirmará
Una mujer que encadenaban cada noche fuera de su casa logró liberarse y llamó clamando por auxilio. Fue una madrugada de 1987. Sin pensarlo, la otra mujer en el teléfono prometió ayudarla. Se montó en su propio vehículo y acudió a rescatarla. La víctima estaba bañada en fango y su piel, tatuada por las marcas de las crueles ataduras.
Esa escena aún retumba en la memoria de Ileana Aymat Ríos.
Una víctima indocumentada, cuya vida estaba en peligro por las amenazas de su esposo, fue acogida en el Hogar Ruth y más tarde, transferida a otro refugio en Estados Unidos. Pocos años después, su victimario la localizó y la arrolló mientras cruzaba una avenida. Iba con sus tres hijos. Una de las niñas murió en el ataque. Su madre quedó confinada a una silla de ruedas y su bebé, el único varón, fue secuestrado por su propio padre. Nunca más se les vio.
Ese caso no deja de estremecer el alma de la designada Procuradora de las Mujeres, a pesar del paso del tiempo.
En los 26 años que Aymat Ríos laboró en el Hogar Ruth, logró salvarles la vida a por lo menos 5,700 mujeres. Lo hacía con los pocos recursos que tenían. Y ahora, al frente de la Procuraduría de las Mujeres, su objetivo sigue siendo el mismo: empuñar las armas de la solidaridad, el apoyo y el consuelo para luchar contra la ferocidad de la violencia doméstica.
“Esa es una de las pasiones por las que estuve trabajando por tanto años”, dijo a El Nuevo Día esta mujer, que carga una gruesa capa de experiencias con las víctimas de violencia de género.
En lo que constituye su primera entrevista a fondo, la funcionaria se mostró tranquila y nunca dejó de sonreír. Parecería que alrededor suyo no estuviera pasando un fuerte temporal. Su nombramiento en el Senado sigue varado y todavía hasta ayer se daban reuniones de última hora para decidir si se logra su confirmación.
El calendario de sesiones sigue su curso, pero el tiempo se acaba. El cuerpo legislativo tiene hasta el 30 de junio próximo.
Después de haber estado 26 años en el Hogar Ruth y tras haber salvado 5,700 mujeres, ¿no le parece irónico que un Caucus de Mujeres esté combatiendo su nombramiento?
—Todavía no han dicho que no. Cuando yo me reuní con ellas, en el Caucus, me recibieron con mucha altura, se portaron muy bien conmigo. Tuve la oportunidad de hablar de mis ejecutorias como directora del Hogar Ruth. Así que todavía estamos esperando.
Pero la realidad es que han dilatado el nombramiento y ha habido expresiones de algunas senadoras en...
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