Dolor por separado
Por Yaritza Santiago Caraballo
ysantiago1@elnuevodia.com
Casellas Toro llegó a las 3:55 p.m. a la funeraria Puerto Rico Memorial en Santurce, flaqueado por sus dos hijas, de 15 y 17 años, fruto de su matrimonio con Carmen; su hermano Salvador Casellas, hijo, y su padre, el juez federal Salvador Casellas.
Vestidos de negro, los cinco caminaron juntos y en silencio por el estacionamiento hacia la entrada de la funeraria, cuyas puertas eran custodiadas por personal de seguridad privada. Casellas Toro entró rápidamente, cabizbajo, con los dos brazos echados sobre sus hijas, quienes lucían llorosas.
El hombre no emitió comentarios a la prensa; tampoco su padre. Su hermano Salvador fue el único que, visiblemente afectado, solicitó a las autoridades esclarecer lo más pronto posible el vil crimen cometido contra su cuñada, quien será enterrada hoy.
"Esto nos ha consternado a nosotros y a todo Puerto Rico. Queremos que esto se solucione lo más pronto posible", dijo con voz entrecortada, a la vez que solicitó espacio para la familia poder enfrentar su dolor.
Los Casellas no arribaron a la funeraria junto a la familia de la víctima. La madre de Carmen y su hermano Joseph entraron por otro acceso sin ser vistos por la prensa.
El velatorio de Paredes Cintrón se dio en un ambiente privado. Primero hubo una misa en su honor. Su cuerpo sería velado hasta la medianoche.
Varias figuras reconocidas dijeron presente para dar el pésame a los familiares de los Casellas Paredes. Llegaban por filtración, algunos en lujosos vehículos.
Allí, estuvieron algunos funcionarios de Gobierno como el director ejecutivo de la Compañía de Turismo, Luis Miranda Marín, quien acudió en solidaridad con el juez Casellas, su amigo personal. Asistieron también varios abogados como Miguel Lausell; el abogado de la Comisión Estatal de Elecciones, José Nieto; el excandidato a comisionado residente del Partido Popular Democrático, Alfredo Salazar; e incluso varios jueces federales como Jay García Gregory, y Daniel Domínguez.
A su llegada algunos de ellos lamentaron la "terrible y dolorosa" muerte de Carmen. Otros ni siquiera quisieron comentar. Lo cierto es que muchos no salían de su asombro por la forma en que le fue arrebatada la vida a la mujer, quien fue recordada por su alegría y simpatía.
Para el licenciado Lausell, Carmen era como una hija y aseguró ella y su esposo fueron una pareja ideal.
"Los 25 de diciembre los pasábamos juntos. Era una pareja ideal, alegre", expresó Lausell...
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