Domesticar 'al dragón'

Beijing

En los últimos años China, o el reino medio se ha convertido no sólo en el más importante centro manufacturero y comercial del planeta, sino que también ha reclamado un importante lugar en el deporte, la cultura, y el turismo.

Si tienes poca experiencia como viajero independiente, Europa, Latinoamérica y Norteamérica son los mejores lugares para emprender viajes por cuenta propia e improvisar "haciendo camino al andar". ¿Pero China?

Si has viajado mayormente en el "Nuevo Mundo" y Europa, la complejidad del "Reino Medio" podría ser abrumadora. De hecho, solamente dos semanas apenas es suficiente para conocer una sola región, y la buena planificación es esencial para aprovechar al máximo esta larga (y generalmente costosa) travesía.

En un mismo día es posible navegar por canales en una ciudad milenaria y luego tomar el tren más moderno actualmente en existencia. Rascacielos futuristas y grandiosos palacios imperiales y templos antiguos compiten por la atención.

Es que China no se presenta al turista de forma humilde o tímida. Desafía los sentidos y sorprende en la primera visita, no importa cuánto uno se haya preparado leyendo o buscando información por internet sobre cada atracción.

Para comenzar a comprender esta compleja y fascinante sociedad, participar en un programa educativo a corto plazo como los ofrecidos por el Centro de Estudios Chinos de Beijing (www.thebeijingcenter.org) fue de gran ayuda. El centro organiza no sólo intercambios estudiantiles y programas conducentes a un grado académico. También se especializa en "inmersiones a corto plazo", o breves viajes de estudio acompañados de turismo informado.

Fue uno de estos viajes, de doce días de duración -catorce añadiendo el tiempo del viaje- que descubrí a este país fascinante. Además, dependiendo de tu ocupación, es posible que al menos parte del costo de un viaje educativo pueda ser deducible en tus planillas. (Una consulta con el contable no vendría mal.)

El balance entre tiempo libre -que nunca fue, en realidad "libre"- se repartió entre estudios y visitas turísticas. Fue perfecto. Por ejemplo, si en la mañana se estudiaba la historia del país, por la tarde visitábamos la llamada "Ciudad prohibida", con las torres de campanas y los tambores marcando las horas. Asimismo, cuando estudiábamos la espiritualidad y religiones del país, visitábamos en la tarde los templos más importantes de algunas religiones.

Durante el verano el calor en Beijing es similar al de Puerto Rico, así que apreciamos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR