Estado de excepción colonial en Puerto Rico: la construcción legal del colonialismo estadounidense en Puerto Rico

AutorJosé M. Atiles-Osoria
Páginas93-143
cApítulo ii
ESTADO DE EXCEPCIÓN COLONIAL EN
PUERTO RICO: LA CONSTRUCCIÓN LEGAL
DEL COLONIALISMO ESTADOUNIDENSE
EN PUERTO RICO
El mundo colonial es un mundo cortado en dos. La línea
divisoria, la frontera está indicada por los cuarteles y
las delegaciones de policía. En las colonias, el inter-
locutor válido e institucional del colonizado, el vocero
del colono y del régimen de opresión es el gendarme
o el soldado. En las sociedades de tipo capitalista, la
enseñanza, religiosa o laica, la formación de reflejos
morales trasmisibles de padres a hijos, la honestidad
ejemplar de obreros condecorados después de cincuen-
ta años de buenos y leales servicios, el amor alentado
por la armonía y la prudencia, esas formas estéticas
de respeto al orden establecido, crean en torno al ex-
plotado una atmosfera de sumisión y de inhibición que
aligera considerablemente la tarea de las fuerzas del
orden. […]. En las regiones coloniales, por el contrario,
el gendarme y el soldado, por su presencia inmediata,
sus intervenciones directas y frecuentes, mantienen el
contacto con el colonizado y el aconsejan, a golpes de
culata o de incendiando sus poblados, que no se mueva.
El intermediario del poder utiliza un lenguaje de pura
violencia. El intermediario no aligera la opresión, no
hace más velado el dominio. Los expone, los manifiesta
con la buena conciencia de las fuerzas del orden. El
intermediario lleva la violencia a la casa y al cerebro
del colonizado.
Fanon, 1999: 29-30
Law transformed the colonies, but colonialism also
changed the law.
merry, 2004: 576
El dErEcho En conflicto: colonialismo, dEspolitización y rEsistEncia94
introducción
En el capítulo previo mostramos los principios jurídico-políticos
que fundamentaron el estado de excepción en los Estados Unidos, y
se estableció que éste depende de la constitución de espacialidades
y subjetividades de indistinción/anomia por medio del derecho y la
violencia. Además, argumentamos que el despliegue de la violencia
fundadora y conservadora del derecho se sustenta en la imaginación
geográfica, en el racismo jurídico, en el imperialismo y en los discur-
sos de la misión civilizadora. Todo ello configuró prácticas de poder,
legitimación y despolitización de la política que se volvieron estrategia
de administración de la territorialidad (geopolíticas) y de las subjetivi-
dades (biopolíticas), incluidas por medio de la exclusión en el sistema
jurídico-político estadounidense.
En este capítulo se ejemplifican y profundizan dichos argumentos
con respecto al estado de excepción a partir de la experiencia colonial
de Puerto Rico. En términos generales, partimos del reconocimiento de
que el caso de Puerto Rico supone una nueva etapa en el desarrollo del
estado de excepción como estrategia administrativa y como dispositivo
de inclusión excluyente. Ello se demostrará con el análisis de aspectos
históricos, jurídico-constitucionales y políticos a lo largo de los 116
años de colonialismo estadounidense en Puerto Rico. De entre estos,
es preciso destacar que la excepcionalidad de Puerto Rico surge del
proceso histórico y jurídico-político que definió este archipiélago en
el ámbito constitucional estadounidense. Como vimos en el capítulo
anterior, la mayoría de los territorios adquiridos por los Estados Unidos
antes de la Guerra Cubano-Hispano-Estadounidense fue considerada
jurídicamente territorios incorporados, por lo que se colocaron en un
proceso jurídico-político y económico que los convertiría en estados
de la Unión. Sin embargo, lo anterior no implica que todos los territo-
rios adquiridos fueron anexados, sino que, por ejemplo, las domestic
dependent nations fueron subsumidas en la categoría de tutelaje, mien-
tras que las islas de guano fueron subordinadas a la ambigua categoría
de “appurtenance”, lo cual implicaba que nunca serían convertidas en
estados de la Unión. Así entendido el particular caso de Puerto Rico,
en este capítulo estudiamos los procesos constitutivos de la realidad
legal-colonial de Puerto Rico. Demostraremos las diversas articula-
ciones del estado de excepción, la violencia, el geo/biopoder y los
discursos jurídicos para legitimar y mantener el estatus colonial de la
Estado dE ExcEpción colonial En puErto rico95
isla. Así mismo, ampliaremos la interpretación de Venator (2006) de
la dimensión colonial del estado de excepción fundamentando nuestra
propuesta en el uso del derecho como dimensión constitutiva de la
realidad sociopolítica. De ese modo podremos ver los usos del derecho
en los procesos de criminalización y represión de los movimientos
anticoloniales puertorriqueños, así como en las prácticas de resistencia
desarrolladas por dichos movimientos.
Nuestro análisis se organiza en cuatro apartados. En primer lugar,
exponemos un sucinto recuento de la Guerra de 1898, la invasión de
Puerto Rico y los procesos que propiciaron la toma de posesión del
archipiélago. En segundo lugar, analizamos críticamente las decisio-
nes emitidas por la Corte Suprema de los Estados Unidos en los deno-
minados Casos Insulares. En tercer lugar, abordamos la Ley Jones de
1917 y la concesión/imposición de la ciudadanía estadounidense a los
puertorriqueños. Finalmente, describimos los procesos constitutivos del
Estado Libre Asociado (ELA) de Puerto Rico como la última, y tal vez
más importante, ley de excepción que configura la estructura colonial
del estado de excepción en Puerto Rico. Así, se establecerán las bases
interpretativas del ejercicio de poder estadounidense, de la imposi-
ción de su hegemonía y del desarrollo de estructuras administrativas
semidemocráticas como parte de un sistema antidemocrático-colonial.
A) Guerra de 1898 e invasión: el establecimiento
del poder colonial estadounidense en Puerto Rico
El proceso jurídico-imperial de los Estados Unidos, que, como se-
ñalamos en el capítulo previo, puede rastrearse desde principios del
siglo XIX, tuvo su apoteosis el 11 de abril de 1898, fecha en que los
Estados Unidos declararon la guerra formalmente a España (Pérez, L.,
1998). La guerra, que duró escasos tres meses (el armisticio se firmó el
12 de agosto de 1898), supuso la conversión definitiva de los Estados
Unidos en poder imperial, que pasaría a detentar colonias en el mar
Caribe (Puerto Rico y Cuba como protectorado) y en el océano Pací-
fico (Filipinas, Guam y Hawái1). Este contexto sociopolítico estuvo
1 Hawái fue adquirido por los Estados Unidos en 1898 como resultado de la decla-
ración de anexión hecha por un grupo de estadounidenses que en 1896 dio un golpe de
Estado contra la monarquía hawaiana (Merry, 2000).

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