Fuga de personal hospitalario

Durante los ocho años que el licenciado Gerardo Rivera Negrón ha trabajado como tecnólogo médico en el país, nunca antes había sentido una incertidumbre laboral tan grande como la que ha vivido a raíz de la pandemia de COVID-19.Acostumbrado a que la remuneración económica de su profesión no se aleje mucho del salario mínimo, Rivera Negrón se ha visto obligado a tener más de un lugar de trabajo bajo servicios profesionales para "empatar la pelea". Pero los terremotos y la pandemia han puesto en riesgo su estabilidad laboral. Ha cambiado de empleo tres veces en menos de un año y, aún así, uno solo no le da para vivir.Su experiencia no es ajena a la de otros profesionales de la salud, que se han visto forzados a dejar sus puestos en hospitales en medio de la pandemia de COVID-19."Hemos perdido personal de enfermería, terapistas respiratorios y técnicos de laboratorio, entre otros. Algunos se han ido a Estados Unidos por la diferencia en paga, se ha visto (más) en el último año. Es que hubo un reclutamiento descomunal en Estados Unidos", dijo el infectólogo Miguel Colón.El galeno relató que en uno de los hospitales en los que labora renunciaron cuatro enfermeras que atendían pacientes dela unidad de cuidados intensivos, un área de difícil reclutamiento debido a las labores especializadas que realizan.Atender la emergencia de salud pública se ha complicado, a lo largo de los últimos meses, a raíz de la falta de personal de salud en los hospitales y la inestabilidad en el empleo para los que laboran en instituciones que les dan apoyo. Más allá de los médicos, las instituciones requieren enfermeras, tecnólogos médicos y terapistas respiratorios, entre otros, para dar servicios a sus pacientes.El presidente ejecutivo de la Asociación de Hospitales, Jaime Plá, advirtió que la fuga de profesionales de la salud ha sido un problema constante en la isla, pues muchos buscan mejores salarios y condiciones de trabajo en el exterior. Una de las áreas de más movimiento de personal, dijo, son los laboratorios clínicos.Rivera Negrón relató que los temblores que afectaron principalmente la zona sur, a principios del año pasado, provocaron el cierre de uno de sus lugares de trabajo, un Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT) en Ponce. Y aunque, en poco tiempo, consiguió trabajo en un laboratorio privado, la pandemia provocó una merma de pacientes, por lo que tuvo una reducción en su jornada laboral, relató a El Nuevo Día.Desde noviembre, trabaja en los...

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