Playa

Gabino Iglesias

Mientras coloca las cervezas en simétricas líneas en el fondo de la neverita, Pepe piensa en esa húmeda orgía de verdes que es el Yunque, en la delicia que es nadar entre manglares en la Isla de Guilligan y en el placer que siente al hundir los pies en la arena de la orilla. Pepe sonríe, apretuja a su familia en el carro y parte con rumbo fijo, los cristales abajo y Roberto Roena en sus bocinas.

En la playa no hay sitio. Donde no se levanta un montículo de basura hay una carpa y donde no hay carpa hay grupos de tollas alrededor de una nevera. Finalmente Pepe consigue ubicar a los suyos en seis pies cuadrados de arena. En cuanto desenfunda el pie de sus chanclas metedeo estalla el machacón bajo de un reggaetón cercano. Alaridos salvajes detonan un segundo después. Entre una muchedumbre alborotada se mueve una chica...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR