Reclaman nueva gobernanza

Aida Cruz manifestó su preocupación por el estado de abandono y vulnerabilidad en que están envejecientes y deambulantes. Lester Nurse Allende se lamentó de que Santurce, al que se refirió por su nombre original de Cangrejos, "lo han ido desmantelando". Alegna Malavé afirmó que la falta de transporte masivo "afecta nuestra calidad de vida". Amparo Echeandía sostuvo que en sectores de la isla, la población nativa está siendo desplazada por extranjeros.Esas cinco personas, y varias decenas más, se reunieron el pasado miércoles en la Plaza Bolívar, en el corazón de Santurce, durante un vaporoso atardecer. Habían sido convocados, por nadie en particular, a través de redes sociales y por grupos de WhatsApp, a una "asamblea de pueblo".Llegaron en plan de combate a hablar de Puerto Rico, de sus enormes desafíos, de las múltiples amenazas que sienten que se ciernen sobre su futuro y de cómo organizarse para salvar a la isla.Se habló de lo inmediato (los problemas de la iluminación pública que se mantienen a casi dos años del huracán María) y de lo más persistente, como el reclamo, prácticamente unánime, de que se audite la deuda de $70,000 millones que ahoga las finanzas del gobierno y la necesidad de una nueva Constitución que sirva mejor a las aspiraciones democráticas de Puerto Rico.Pero quizás nada de lo afirmado durante las más de tres horas en que duró el encuentro en Santurce resumía el ánimo de los presentes mejor que lo dicho por una joven que solo se identificó como Sally y que expresó, simplemente: "Estoy aquí porque quiero ver cómo puedo colaborar".una fuerza desconocidaComo consecuencia del transformacional éxito de la campaña de verano que logró la renuncia del exgobernador Ricardo Rosselló, innumerables personas, conscientes de pronto de un poder que no sabían que tenían, han estado reuniéndose en asambleas de pueblo a través de toda la isla durante las pasadas semanas, como el miércoles en Santurce, tratando de dibujar un nuevo país.En los encuentros, se discuten los que se consideran los problemas de la isla, el tiempo que llevan sin ser solucionados y, sobre todo, cómo lograr que sean atendidos por una clase política que los participantes sienten que ni los representa, que se sirve solo a sí misma y que no tiene ningún interés en los desafíos de la isla.Según varios entrevistados, la primera asamblea de pueblo se llevó a cabo en Ponce a mediados de julio, por personas que no tenían medios para llegar a las numerosas...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR