Ni tan frágil Ni tan RUDA
Por Tatiana Pérez Rivera.tperez@elnuevodia.com
Fotos por Wanda Liz Vega
Jazmín Caratini lo vaticinó con las palabras que pudo escoger cuando tenía cinco años: "El mundo entero me va a ver".
De ese modo le anunció a sus padres que sería actriz. Nunca dudó. Hoy tampoco duda.
Su mamá y su tío la acercaron al teatro. Su papá, al cine y al boxeo.
"Sí, soy el nene de la casa", dice entre risas la joven que tiene una hermana, "y ver películas era el premio por sacar buenas notas y portarse bien".
Aprendió, en principio, con el ejemplo de esos actores que veía a lo lejos y luego con la formación que le brindó Dean Zayas en el Departamento de Drama de la Universidad de Puerto Rico, de donde se graduó.
"Todavía Dean me ve por ahí y me dice 'mi niña hermosa', pero bastantes veces que me corrigió fuerte. Una vez pasé una vergüenza por un regaño que me dio en un ensayo y una compañera actriz me dio un consejo: 'las correciones del director son para el personaje no para su persona'. Yo llegué a preguntarme si servía para esto", dice al rememorar su época estudiantil.
El tiempo ha validado que sí servía. Lleva trece años como actriz profesional la bayamonesa que se inició en este campo de las artes a los 18. En el teatro ha hecho de todo: clásicos, siglo de oro, infantiles, comedia, drama, musical. Hoy, a las 4:00 p.m., culmina su participación en la obra teatral "Beca y Eva dicen que se quieren", que abrió el Festival del Tercer Amor en el Teatro Coribantes. Con frecuencia ha participado en el evento.
"Es un amor juvenil; ellas están claras en que se aman y yo abordo el papel desde la perspectiva de un personaje que está enamorado. Se trabaja la confianza física como con cualquier otro actor", señala sobre su rol de joven lesbiana que comparte sentimentalmente con la actriz Camila Monclova.
Los televidentes reconocen su rostro en los programas de comedia que trabaja Sunshine Logroño para Wapa TV ("Sunshine Remix" y "Risas en combo"). El rol que más aclaman en la calle es el de "Salvia", la hija de un militar con su distintiva frase: 'You Are Gonna Be Mine'.
"Ha sido un éxito con el pueblo, lo mismo me saludan un 'troquero' que un ejecutivo con un '¡Salviaaaa!' ", relata.
Una temporada en Nueva York tan pronto se graduó de la universidad le mantuvo activa en teatro; allá ganó premios y hasta protagonizó un cortometraje. Regresó a la Isla para recibir más apoyo en la crianza de su hijo Otto, que ya tiene siete años.
"Necesitaba ayuda para trabajar porque...
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