Sentencia de Tribunal Supremo de Justicia de 21 de Diciembre de 1992 - 132 D.P.R. 290

EmisorTribunal Supremo
DPR132 D.P.R. 290
Fecha de Resolución21 de Diciembre de 1992

132 D.P.R. 290 (1992) PUEBLO V. MORENO MORALES

EN EL TRIBUNAL SUPREMO DE PUERTO RICO

El Pueblo de Puerto Rico Apelación Procedente del Tribunal

Superior Sala de San Juan, Apelado

vs.

Asesinato en Segundo Grado Rafael Moreno Morales Acusado,

Apelante

Núm. CR-88-69

132 D.P.R. 290

21 de diciembre de 1992

Apelación Procedente del Tribunal Superior Sala de San Juan Asesinato en Segundo Grado

OPINION DEL HON. JUEZ NEGRÓN GARCIA

I

El Fiscal Especial Independiente (FEI) acusó, entre otros, a Rafael Moreno Morales de dos (2) cargos de Asesinato en Primer Grado consistentes en haber dado muerte a Arnaldo Darío Rosado y Carlos Soto Arriví, el 25 de julio de 1978, en el Cerro Maravilla. El proceso en el Tribunal Superior, Sala de San Juan (Hon. Luis R. Cruz Jiménez, Juez), se celebró durante el período comprendido entre el 12 de enero y el 18 de marzo de 1988.1 Desfilar la prueba tomó cuarenta y cuatro (44) días laborables; prestaron testimonio cuarenta y dos (42) testigos.

Un jurado rindió veredicto de culpabilidad por el asesinato en segundo grado-de Soto Arriví. Moreno Morales solicitó nuevo juicio y el tribunal rechazó su pedido. El 23 de junio de 1988 lo sentenció a cumplir de veintidós (22) a treinta (30) años de presidio, en virtud del régimen de sentencias indeterminadas a cumplirse en forma consecutiva con cualquier otra sentencia que estuviera cumpliendo.

Apeló. De los diecisiete (17) señalamientos de error, sólo discutiremos aquellos en que Moreno Morales nos ha puesto en condiciones de evaluar. Pueblo v. Barreto González, 107 D.P.R. 536 , 539 (1978). Los restantes, uno fue desistido y los otros versan sobre alegados hechos o incidentes no cubiertos en la Exposición Narrativa de la Prueba, según estipulada, que consta de trescientas veinticuatro (324) páginas.2 Aunque a Temis, la dama de la justicia se le representa modernamente con una balanza y una venda en los ojos, ello no significa que podemos adjudicar a ciegas: para juzgar justiciera y equitativamente hay que conocer los hechos pertinentes, los actores principales, trama e incidentes de este trágico drama. En buena técnica adjudicativa, para facilitar el análisis y lograr una mejor comprensión de nuestra razón de decidir ("ratio decidendi"), hemos dividido la exposición fáctica en dos etapas cronológicas Expongámoslas.

II

(1ro. de julio al 24 de julio de 1978).

Para julio de 1978, la División de Inteligencia de la Policía de Puerto Rico la dirigía el Comandante Angel L.

Pérez Casillas. Allí se desempeñaban, entre otros, los agentes Jaime Quiles, Carmelo Cruz, Antonio Méndez, el apelante Moreno Morales, Sgto. Nelson González, William Colón, Juan Bruno González, Jorge Hernández Colón, José

Antonio Colón, Rafael Torres Marrero y José Manuel Montañez. (E.N.P., 102-105).

Los agentes Miguel Cartagena Flores, Nazario Mateo Espada y Carlos Santiago Borrero trabajaban en la Oficina de Inteligencia de Ponce. (E.N.P., 6). A través de sus agentes encubiertos y confidentes, la División recibía información sobre personas que alegadamente militaban en grupos que atentaban contra la seguridad o estabilidad del país. Esas personas eran investigadas y se les abría un expediente. (E.N.P. 105). Alejandro González Malavé, uno de los agentes encubiertos, para julio de 1978 se había infiltrado en el grupo denominado Movimiento Revolucionario Armado (M.R.A.), compuesto por Darío Rosado, Soto Arriví, Ramón Rosado y Erich Rodríguez. (E.N.P., 20).

El 1ro. de julio el Sargento Miguel A.

Vázquez, de la División de Inteligencia, informó al Comandante del Area de Ponce, y éste a su vez al Distrito de Jayuya, que alertara el personal porque Saunders y Figueroa planeaban traer armas de Santo Domingo y utilizarlas el 4 de julio.

Se indicó que andaban en un auto Volkswagen color amarillo, año 1973. Así se hizo. (E.N.P., 78). Para el 2 de julio, el agente Hernández Colón había investigado y verificado que la confidencia era falsa. Ese mismo día redactó y dirigió un informé al Comandante Pérez Casillas y personalmente lo informó al Sgto. González. (E.N.P., 89-90, 95).

El 3 de julio, el Tte. Roberto Santiago, Director de Inteligencia del Area de Ponce, informó al Distrito de Jayuya que un Volkswagen amarillo del año 1973, con otro color en el guardalodo, parte posterior, "se proponen destruir las torres de Maravilla" y otras, que andan armados y saben bregar con explosivos; son peligrosos. Instruyó

"detener[los y] registrarlos". La información se transmitió a todo el personal policiaco de Jayuya. (E.N.P., 81). En virtud de esta información, durante los días 1 y 3 de julio, los agentes Santiago Borrero, Ramón Rodríguez y otros, prestaron vigilancia en el área del Cerro Maravilla.

Pérez Casillas, Quiles y Cruz sabían del M.R.A.

y el contenido de los informes de González Malavé. (E.N.P., 1 20). Para esa época, Darío Rosado, Soto Arriví, Figueroa y Saunders tenían carpetas abiertas por Montañez a petición de Pérez Casillas. (E.N.P., 106).

El 5 de julio, González Malavé informó que el M.R.A. planeaba, entre otros actos, quemar unas antenas transmisoras del FBI en Jayuya. El 10 julio comunicó que Darío Rosado tenía planes de quemar unas torres propiedad del gobierno federal en el área de Toro Negro. El 18 de julio volvió a informar sobre el plan de ir a Toro Negro. Pérez Casillas y Quiles le instruyeron que continuara con ese plan.

El 19 de julio, José A. Colón Ortiz, fotógrafo de la División de Inteligencia, trató, pero no pudo tomar, por las condiciones del tiempo, una fotos aéreas desde un helicóptero del área de Toro Negro. (E.N.P., 71-72). El 20 de julio, junto al Teniente Quiles lo logró de todas las torres del área y del Yunque. (E.N.P., 72 76).

El 20 de julio, sin mediar solicitud, González Malavé recibió un revólver calibre, 38 de Cruz por instrucciones de Pérez Casillas y Quiles. (E.N.P., 23). El 21 de julio, González Malavé informó que el grupo M.R.A. planeaba hacer un viaje de observación a las torres de Toro Negro el 23. Al otro día, rindió un informe más detallado. (E.N.P., 21).

En la madrugada del 23 de julio fueron a Toro Negro, Pérez Casillas, Quiles, Montañez Cruz, Colón Ortiz y Torres Marrero.

Allí, Pérez Casillas impartió instrucciones de vigilar y corroborar si llegaban unos individuos a reconocer el área. Montañez se ubicó entre la vegetación de la Torre de la Policía. Las personas no llegaron y Pérez Casillas levantó la vigilancia. (E.N.P., 27; 107-109).

Ese día, Pérez Casillas fue a la Torre de la Policía y le preguntó al policía Jesús Quiñones Quiñones, adscrito al Cuartel de Villalba, a quién pertenecían las edificaciones del lugar. Luego abandonaron el lugar. Poco después, llegó otro vehículo con el Teniente Quiles y el agente Montañez, y le indicaron a Quiñones Quiñones que estaban verificando las condiciones de los sitios, pues pensaban llevar a cabo una especie de adiestramiento en esa área. (E.N.P., 181-182).

Subsiguientemente, en horas de la tarde, en reunión en el Cuartel de Distrito de Jayuya con el personal de Inteligencia de San Juan, se les informó a los policías uniformados, que tenían una confidencia de unas personas que iban a ir a las torres - no se sabía si era Puntilla o Maravilla-, que los que estuvieran allá arriba no deberían intervenir, pues ellos lo harían. (E.N.P., 64-65, 67).

El 23 de julio, González Malavé comunicó que planeaban ir a Toro Negro el 24. E.N.P. 21).

El 24 de julio, acaecieron varios incidentes significativos. En la mañana, el Teniente Quiles solicitó al Policía Anibal González Rodríguez, examinador de armas de fuego, que alterara unos cartuchos de escopeta calibre 12 sacando y sustituyendo las municiones por algodón o papel de relleno. Le informó que era para un agente encubierto a usarse en un operativo. Cuando González Rodríguez le dijo que no podía hacerlo sin que se notara la alteración, Quiles le indicó: "bueno, pues déjalo así, que se fastidie, se joda el encubierto si hay que joderlo". (E.N.P., 98). Cabe señalar que González Malavé tenía una escopeta recortada en su casa. (E.N.P., 31).

Ese mismo 24 de julio, al mediodía, se trasladaron hacia Toro Negro un grupo de agentes de Inteligencia (Pérez Casillas, Quiles, Montañez, el apelante Moreno Morales, Nelson González, Bruno, Colón Berríos, Ríos, Erazo, Nazario, y Torres Marrero) junto con Julio César Andrades, José Ríos Polanco, Luis Reverón, Rivera Falú y otros más de las División de Arrestos Especiales del NIC. Llevaban chalecos a prueba de balas, armas largas y sus armas de reglamento. (E.N.P., 110; 112; 137). Se reunieron en el estacionamiento del Cerro Puntita. Allí Pérez Casillas impartió instrucciones de proteger las torres. Indicó que vendrían unos individuos sumamente peligrosos, "dos terroristas acompañados de un agente encubierto", que pernoctarían en el lugar para el día siguiente llevar a cabo un atentado terrorista contra las instalaciones de algunas de las torres de comunicaciones; y que de llegar allí, se les arrestara. El apelante Moreno Morales estuvo en esa reunión. El personal se distribuyó en diferentes puntos. (E.N.P., 112; 137).

Esa tarde, cuando el guardia Rivera Cintrón llegó al Cerro Puntita, unos agentes de inteligencia le indicaron que esperaban unos subversivos que vendrían con un agente encubierto para destruir lo que había en las torres; no sabían si en Puntita o en Maravilla; y, que había otros agentes en Maravilla. Si alguien subía, debía meterse en la caseta pues estaba uniformado y el los intervendrían. A preguntas de Rivera Cintrón le informaron que si surgía un tiroteo "el encubierto va a disparar primero, para nosotros saber que ese es el policía". (E.N.P., 66, 67, 68).

Así las cosas, varios agentes, con armas largas, chalecos a prueba de balas, radios transmisores y binoculares, llegaron a la Torre de la Policía. Se mantuvieron separados del guardia Quiñones Quiñones, excepto para preguntarle dónde comer y pedirle prestado un chaleco que él les negó. (E.N.P., 181-182).

Transcurrieron las horas...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba
2 temas prácticos
2 sentencias

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR