Las presunciones de maternidad y de paternidad y su impugnación
| Autor | Ruth E. Ortega-Vélez |
| Páginas | 239-259 |
Código Civil –LIBRO SEGUNDO– Las Instituciones Familiares
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de paternidad. Por ejemplo, podría determinarse la probabilidad de que un alegado
hijo de un presunto padre fallecido, sea hermano o medio hermano de otro hijo de
este.
CAPÍTULO III. LAS PRESUNCIONES
DE MATERNIDAD Y DE PATERNIDAD
Y SU IMPUGNACIÓN
Introducción: Los antecedentes para entender la infertilidad y la reproducción
humana han avanzado a un ritmo acelerado hasta el presente. Como antecedentes
históricos remotos, que describen la maternidad suplente, se citan el libro del
Génesis 16 y 30. En el Génesis 16, encontramos:
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1 Y SARAI, mujer de Abram no le paría: y ella tenía una sierva egipcia, que se
llamaba Agar.
2 Dijo, pues, Sarai a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho estéril: ruégote
que entres a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al dicho de Sarai.
3 Y Sarai, mujer de Abram, tomó a Agar su sierva egipcia, al cabo de diez años
que había habitado Abram en la tierra de Canaán, y dióla a Abram su marido por
mujer.
4 Y él cohabitó con Agar, la cual concibió: y cuando vió que había concebido,
miraba con desprecio a su señora.
5 Entonces Sarai dijo a Abram: Mi afrenta sea sobre ti: yo puse mi sierva en tu
seno, y viéndose embarazada, me mira con desprecio; juzgue Jehová entre mí y ti.
6 Y respondió Abram á Sarai: He ahí tu sierva en tu mano, haz con ella lo que
bien te pareciere. Y como Sarai la afligiese, huyóse de su presencia.
El Capítulo 30 del Génesis nos muestra:
1Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía
a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero.
2 Y Jacob se enojó contra Raquel, y dijo: ¿Soy yo acaso Dios, que te impidió
el fruto de tu vientre?
3 Y ella dijo: He aquí mi sierva Bilha; llégate a ella, y dará a luz sobre mis
rodillas, y yo también tendré hijos de ella. 4 Así le dio a Bilha su sierva por mujer;
y Jacob se llegó a ella.
5 Y concibió Bilha, y dio a luz un hijo a Jacob.
6 Dijo entonces Raquel: Me juzgó Dios, y también oyó mi voz, y me dio un hijo.
Por tanto llamó su nombre Dan.
7 Concibió otra vez Bilha la sierva de Raquel, y dio a luz un segundo hijo a
Jacob.
En tiempos de Aristóteles se creía que el feto se formaba dentro de la mujer, se
mantenía pequeño y crecía una vez se rompía el cascarón. Para 1600 d. C., los
Génesis es el primer libro de la Torá o Pentateuco y, por tanto, también es el primer libro
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del Tanaj judío y del Antiguo Testamento de la Biblia cristiana.
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científicos anticipaban la teoría de reproducción señalando que la mujer produce
óvulos y que después de la unión del óvulo con el espermatozoide, el embrión
crecía gradualmente. Rainier de Graaf, científico holandés, describió dicho
proceso, pero erró en un aspecto: pensó que similar a un huevo de ave hervido, el
óvulo humano se componía de una masa blanca que llenaba todo el ovario.
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Para Áurea Violeta Guzmán este, ni es descubrimiento reciente, ni constituye el
“avance tecnológico del siglo” pues ya estos se conocían entre las tribus antiguas
árabes con el propósito de mejorar la raza de sus caballos”.
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Para fines del siglo XIX, señala Eduardo Zannoni, se venían realizando diversas
investigaciones sobre la ectogénesis en conejos, ratas, etc. Gregory Goodwin
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Fincus (1903-1967), un notable zoólogo británico, hacia fines de la década de 1930
logró la activación artificial de un óvulo no fecundado de una coneja y el primer
parto de un conejo vivo sin padre. Las investigaciones de este científico
prosiguieron en el área de la biosíntesis de las hormonas suprarrenales. Al obtener
el primer compuesto anticonceptivo por vía oral, se consideró a Fincus como
“padre de la píldora anticonceptiva”.
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A partir de la década de 1940, sigue señalando Zannoni (págs. 464-466), las
experiencias e investigaciones se extendieron a seres humanos. Fueron
ampliamente reconocidas las investigaciones de científicos como Rock y Menkin
(1944), Landium y Shetles (1953), Petrov (1958) y Moricard (1959). Todos ellos
lograron fecundaciones in vitro aunque no pudieron prolongar el embrión más de
cinco o seis días. Pero como verdadero hito, debe recordarse que entre 1960 y
1961, el biólogo italiano Daniel Petrucci logró el desarrollo de embriones in vitro,
uno de los cuales se mantuvo vivo durante casi sesenta días en un tubo de ensayo,
e inclusive, fue filmada la evolución del mismo.
El primer intento científico fue realizado en un perro por el fisiólogo italiano
Spanllanzani cerca de 1780. En 1867, J. Marion Sims practicó con éxito la primera
inseminación artificial en una mujer, pero luego el doctor Sims descontinuó los
mismos por motivos de conciencia.
Durante el siglo XX, señala Áurea Violeta Guzmán (pág.68), continuaron
desarrollándose las técnicas que proveen alivio a los matrimonios que carecían de
la capacidad de procreación. La reproducción asistida se prefería a la adopción,
pues esta no elimina la frustración de una mujer con un fuerte instinto material, al
ver que por razones ajenas a su voluntad no pueda procrear.
A pesar de que estas técnicas existían hacia tiempo y la mismas eran usadas
dentro de las limitaciones tanto científicas como éticas, el revuelo mayor fue
causado en 1978, cuando se anunció el nacimiento de Louise Brown en Inglaterra,
Andrea L. Bonnicksen, In vitro fertilization (New York: Columbia Univ. Press, 1987) 12.
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Áurea Violeta Guzmán, “La inseminación Artificial, ¿materia de concie ncia o de dere-
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cho?”. XIV Rev. Jur. UIAPR 1, Sept-Dic 1979: 67.
La ectogénesis es la producción de un individuo o un ser humano aut ónomo fuera del
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útero de una mujer: en un laboratorio.
Eduardo Zannoni, Derecho civil, Derecho de Familia (Buenos Aires: Astrea, 1989) 464-
256
466.
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